Consagración a San José: Día 32

SAN JOSÉ, HOMBRE DE PAZ Y ALEGRÍA

Dirección:

Tanto la paz y la alegría son frutos del Espíritu Santo: “Los frutos del Espíritu son perfecciones que forma en nosotros el Espíritu Santo como primicias de la gloria eterna. La tradición de la Iglesia enumera doce: “caridad, alegría, paz, paciencia, longanimidad, bondad, benignidad, mansedumbre, fidelidad, modestia, continencia, castidad” (Gal. 5,22-23)” CEC 1832

La alegría es el gozo que experimentamos por saber que tenemos a Dios en nuestras vidas y que Él nos ama. Podemos tener alegría aún en situaciones difíciles, porque sabemos que todo es para mi mayor bien: «Dios dispone todas las cosas para el bien de los que lo aman, de aquellos que él llamó según su designio» (Rom. 8, 28)

La paz es el lazo que une al Padre y al Hijo. En ese lazo encontramos la calma que permite que nada nos turbe, ni en las circunstancias más extremas, ya que es Dios quien vive en nosotros y su compañía hace que nada nos perturbe pues Él ya venció a la muerte y al dolor: “Nada te turbe, nada te espante, todo se pasa, Dios no se muda. La paciencia todo lo alcanza; quien a Dios tiene nada le falta: ¡sólo Dios basta!” Santa Teresa de Ávila

San José fue un hombre de paz y alegría. Debió haber sido una gracia inimaginable vivir en la presencia del Hijo de Dios y de la Madre de Dios y de participar en el plan de salvación de Dios.


Tarea de hoy: Entrega tus preocupaciones más profundas, tus inquietudes y miedos.

Confíaselas a Dios, y al mismo tiempo pídele el regalo de la paz y de la alegría de Cristo que sobrepasa todo entendimiento.


Por medio de esta oración a San José, nos preparamos para el día de consagración y le pedimos que nos haga partícipes de la paz y de la alegría que él experimentó en su vida terrenal y ahora experimenta en la eterna felicidad del cielo.

Querido San José, tú que estuviste lleno de paz y alegría, aún en los momentos difíciles:

¿cómo podrías no haber estado lleno de alegría? ¡Viviste en la presencia de Jesús y de María!

Pues bien, San José, por favor, intercede para que yo también pueda encontrar mi alegría al vivir como tú en su presencia. San José, por favor, ora por mí para que pueda mantener mi alegría y no ceda a la tristeza, a la pereza o al desánimo.

También, ora para que mantenga la paz del alma y no me aferre a la ira y a la amargura en mi corazón. Ayúdame a tener misericordia con todos al ofrecer mi perdón para que pueda también, como tú, ser una persona de verdadera paz y alegría.

¡Amén!


ORACIONES:  Las siguientes oraciones deben ser recitadas después de la meditación de cada día, según las instrucciones de cada uno de los días.


INICIO PARA TODOS LOS DÍAS:

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Amén!


ESPÍRITU DE CRISTO

Espíritu de Cristo: despiértame; Espíritu de Cristo: muéveme; Espíritu de Cristo: lléname; Espíritu de Cristo: séllame. Oh, Padre Celestial, conságrame a tu Corazón y Voluntad; sé en mí una fuente de virtudes; sella mi alma como la tuya para que tu reflejo en mí sea una luz que todos vean. ¡Amén!


LETANÍAS DE SAN JOSÉ

Señor, ten piedad de nosotrosSeñor, ten piedad de nosotros
Cristo, ten piedad de nosotrosCristo, ten piedad de nosotros
Señor, ten piedad de nosotrosSeñor, ten piedad de nosotros
Cristo óyenosCristo óyenos
Cristo escúchanosCristo escúchanos
Dios, Padre celestialTen misericordia de nosotros
Dios Hijo, Redentor del mundoTen misericordia de nosotros
Dios Espíritu SantoTen misericordia de nosotros
Santísima Trinidad, un sólo DiosTen misericordia de nosotros
Santa MaríaRuega por nosotros
San JoséRuega por nosotros
Ilustre descendiente de DavidRuega por nosotros
Luz de los PatriarcasRuega por nosotros
Esposo de la Madre de DiosRuega por nosotros
Casto guardián de la VirgenRuega por nosotros
Padre adoptivo del Hijo de DiosRuega por nosotros
Ferviente defensor de CristoRuega por nosotros
Jefe de la Sagrada FamiliaRuega por nosotros
José, justísimoRuega por nosotros
José. castísimoRuega por nosotros
José, prudentísimoRuega por nosotros
José, valentísimoRuega por nosotros
José, obedientísimoRuega por nosotros
José, fidelísimoRuega por nosotros
Espejo de pacienciaRuega por nosotros
Amante de la pobrezaRuega por nosotros
Modelo de los trabajadoresRuega por nosotros
Gloria de la vida domésticaRuega por nosotros
Custodio de las VírgenesRuega por nosotros
Pilar de las familiasRuega por nosotros
Consuelo de los afligidosRuega por nosotros
Esperanza de los enfermosRuega por nosotros
Patrón de los moribundosRuega por nosotros
Terror de los demoniosRuega por nosotros
Protector de la Santa IglesiaRuega por nosotros
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundoPerdónanos, Señor
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundoEscúchanos, Señor
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundoTen piedad y misericordia de nosotros
Lo hizo Señor de su casay príncipe de todas sus posesiones.

Oremos: Oh, Dios, que en tu amorosa providencia, elegiste a San José para ser el esposo de tu Santísima Madre, concédenos el favor de tenerlo como nuestro intercesor en el cielo y al que veneramos como nuestro protector en la Tierra. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. ¡Amen!

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *