CONSAGRACIÓN DE LAS FAMILIAS, NIÑOS Y JÓVENES.
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Estas son las instrucciones para la consagración:
Esta consagración la puedes hacer frente una imagen de la Virgen María que tengas en casa o también puedes preparar un altar con una imagen de María, una veladora, un crucifijo, un arreglo de flores, lo que tu quieras preparar. Sin embargo, recuerda que el altar es tu corazón y es el que tiene que estar preparado.
En la primera parte, el papá o la mamá o el miembro de familia encargado dirá lo siguiente:
Dios nuestro Señor, se nos ha revelado como una familia, un sólo Dios en tres personas; el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Una comunidad perfectísima de amor. Este don de la familia le ha parecido bien compartirlo, con todos los seres humanos que estamos llamados desde nuestra creación a ser imagen y semejanza de Él.
En este día a la solemnidad a nuestra madre amada, que del 9 al 12 de diciembre de 1531 se apareció a San Juan Diego, para manifestar el deseo de Dios, de construir su casita sagrada entre nosotros. Como familia damos con el corazón una respuesta libre y amorosa, dándole un sí al proyecto de Dios, consagrándonos a los corazones de Jesús y María.
Participemos con fervor y devoción en este acto de fe.
Enseguida, todos se santiguan diciendo: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amen.
Luego el encargado de la familia hace la siguiente oración:
Oh, Corazón Inmaculado de Santa María de Guadalupe, madre del corazón de Jesús, madre y reina de nuestro hogar para cumplir con tu ardiente deseo, nos consagramos a ti. (En este momento mencionas los nombres de los miembro de tu familia presente)
Y te suplicamos reinar sobre nuestra familia, sobre cada uno de nosotros, enséñanos hacer, reinar y triunfar en nosotros al Sagrado Corazón de tu Divino Hijo, como Él reinó y triunfó en ti.
Oh, amada madre de Guadalupe, reina sobre nosotros con el fin de que seamos tuyos tanto en la prosperidad como en la adversidad, en la alegría como en la tristeza, en la salud como en la enfermedad, en la vida y en la muerte.
Oh, Corazón compasivo de María, reina de las Virgenes, cuida nuestras almas y nuestros corazones, preservalos del raudal del orgullo, de la impureza y del paganismo por el cual lloras tan amargamente, queremos reparar muchos crímenes contra Jesús y contra ti.
Te imploramos por nuestros hogares, por los de nuestro país y por los del mundo entero, la paz de Cristo en la justicia y en la caridad; por eso te prometemos imitar tus virtudes por la práctica de una vida cristiana por medio de la frecuente y ferviente comunión.
Oh, trono de gracia y madre del hermoso amor, venimos a ti con gran confianza, inflámanos del mismo fuego divino con el que fue abrazado tu corazón inmaculado, enciende en nuestros corazones y en nuestro hogar el amor a la pureza, un celo ardiente por las almas y el deseo de una vida santa en familia.
Aceptamos ahora todos los sacrificios que exige de nosotros la vida familiar y los ofrecemos al corazón de Jesús por tu Inmaculado Corazón en espíritu de reparación y penitencia. Amén.
Ahora si hay niños y niñas se procede a la consagración sino puede hacerlo por estar muy pequeño o pequeña o no saber leer, entonces un adulto puede hacerlo por ellos:
Papito Dios, yo (aquí se dice el nombre) me consagro hoy y para siempre al Corazón Inmaculado de Santa María de Guadalupe.
Mamita María protégeme, que crezca sano y santo; líbrame de todo lo que pueda dañarme del enemigo malo, defiéndeme, ocúltame en tus brazos hermosos, permite que de adulto tenga una vocación santa y que llegue al Cielo, bendice a mis papás, a mi familia y a todos mis seres queridos. Amén.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Ahora si hay jóvenes presentes, también hacen esa consagración:
Yo (nombre de la persona) me consagro hoy y para siempre al Inmaculado Corazón de Santa María de Guadalupe, madre mía acompañame en mi caminar por esta vida, líbrame del pecado, de las trampas del maligno que tanto quiere hacernos caer, concédeme una vida santa y llena de tu protección maternal, una vocación digna y honesta que me permita alcanzar el Cielo. Amén.
ORACIÓN FINAL PARA TODA LA FAMILIA.
Por la unión del Inmaculado Corazón de María con el Sagrado Corazón de Jesús, pedimos que esta familia que hoy se ha consagrado a estos dos corazones viva siempre en amor, paz, generosidad, fidelidad, gozo y unidad. Que esta familia sea un santuario doméstico donde se ore juntos, se comuniquen con alegría y entusiasmo, donde los esposos se amen y respeten, donde los niños y los jóvenes amen, respeten y obedezcan a sus padres, que los padres asuman con responsabilidad su misión de amar, formar, cuidar y enseñar a sus hijos para que crezcan en gracia ante Dios y los hombres; que los ancianos sean vistos con reverencia y respeto.
Te pedimos en virtud de esta consagración, que esta familia sea protegida de todo mal espiritual, físico o material que tu Inmaculado corazón reine en este hogar para que así Jesucristo sea amado, escuchado, consolado, y obedecido en esta familia. Amén.
Procedemos con la bendición para toda la familia:
Dulce madre, no te alejes, tú vista de nosotros no apartes, ven con nosotros a todas partes y solos nunca nos dejes. Ya que nos proteges tanto como verdadera madre, haz que nos bendiga el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Amén.
Esta consagración se debe imprimir, poner el lugar, la fecha, los nombres de los participantes y guardarla tal vez atrás de un cuadro de la Virgen, atrás de un cuadro de Jesús o en un lugar especial de la casa.
3 ideas sobre “Consagración Total a Jesús por María: Día 34b”
Buen dia¡¡¡¡ Agradecida con Cielo Abierto y su equipo .marVillosa experiencia ,con el firme deseo de continuar el año entrante si asi me lo permite mi Rey de Reyes y a su derecha mi Reina Maria Santisima ,lista para retomar este camino de 33 dias y afianzar cada dia los bellis mensajes ,Salmos y oraciones.Gracias ,Gracias Muchas gracias.
Me gusta mucho la consagración de la familia, gracias y que Dios los bendiga siempre 🙏🙏🙏
Amén
Agradezco al Señor el permitirme compartir en oración con mis hermanos de Ángeles del Orden adoradores de servicio laical de Cielo Abierto en mis momentos de mayor tribulación que me fortalecieron para soportar y confortar el corazón con la voluntad del Señor. Temí mucho no poder cumplir como se debe por mi situación y debilidad en fe pero el plan que el Señor tenía para mí y mi familia era diferente.
Gracias a quienes nos dirigieron y acompañaron para enseñarnos que lo único que debemos buscar es el arma más bella que el Señor nos dejó y en esta ocasión 33 días de preparación para la “Consagración Total a Jesús por María» fue otra bendición como tantas que he vivido.