Novena al Espíritu Santo Día 2

Señal de la Cruz

Por la señal de la santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, ¡Amén!


Acto de fe al Espíritu Santo

Concepción Cabrera de Armida

Oh, Espíritu Santo, ¡fuente perenne de todas las gracias! Iluminado por la fe, creo firmemente que eres la Tercera Persona de la Santísima Trinidad, verdadero Dios, que procedes, como de un solo principio, del Padre y del Hijo.


Creo también que, conforme a los ardientes deseos de nuestro Salvador, has recibido la misión de proteger y santificar la vida del pueblo de Dios.


Atraído por estas verdades y deseando participar de tu infinita vida y fecundidad, me postro ante Ti, para consagrarme especialmente hoy y siempre a Ti. Quiero vivir bajo tu sombra y que establezcas en mí tu morada sin separarte jamás de mí.
¡Oh, Espíritu Consolador! Sé desde hoy mi guía y mi luz; mi fortaleza y mi consuelo para que, vivificado por Ti, rechace todo aquello que atenta contra la vida y abrace la cruz de Jesús; que ella sea mi gloria y salvación.


Regálame un corazón nuevo. ¡Amén!


Acto de Consagración al Espíritu Santo

P. Félix de Jesús Rougier, M. Sp. S

¡Oh, Espíritu Santo!, recibe la consagración perfecta y absoluta de todo mi ser. Dígnate ser en adelante, en cada uno de los instantes de mi vida y en cada una de mis acciones: mi director, mi luz, mi guía y mi fuerza.


Yo me abandono sin reserva a tus operaciones divinas y quiero ser siempre dócil a tus inspiraciones.


¡Oh, Espíritu Santo!, transfórmame, con María y en María, en Cristo Jesús, para gloria del Padre y salvación del mundo. ¡Amén!


Jaculatoria

Ven Padre de los pobres. Ven, Tesoro que sostienes. Ven, Luz de todo lo que vive.


Lectura: El don del temor de Dios

El don del santo temor de Dios nos llena con un soberano respeto por Dios, y nos hace que nuestro mayor temor sea a ofenderlo por el pecado. Este, es un temor que se eleva, no desde el pensamiento del infierno, sino desde el sentimiento de reverencia, amor y respeto como hijos a nuestro Padre celestial.

El temor de Dios es principio de sabiduría, pues nos aparta de los placeres mundanos que podrían de algún modo separarnos de Dios. “Los que temen al Señor tienen corazón dispuesto, y en su presencia se humillan” Ecl. 2,17


Oración

cfr. Concepción Cabrera de Armida

¡Oh, Espíritu Divino! ¿Cuándo será que el hombre no se busque a sí mismo? ¿Cuándo volará buscándote a Ti, y en Ti? ¿Cuándo dejará la tierra en la tierra? Danos estas gracias, danos ese verdadero temor de Dios, el cual, por puro amor y no por miedo, se lanza a evitar el pecado y el egoísmo, volando en las alas del más puro amor. ¡Amén!


CORONILLA AL ESPÍRITU SANTO

Beata Elena Guerra

Credo de los Apóstoles:
Creo en Dios Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo; nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre, todopoderoso; desde allí vendrá a juzgar a vivos y a muertos. Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén.

Gloria: Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén.

Don de inteligencia o entendimiento: Ven, oh, espíritu de intelecto, ilumina nuestra mente con la luz de la verdad eterna y llénala de pensamientos santos.
Repetir 7 veces: «Padre Santo, en el nombre de Jesús, envía tu Espíritu de inteligencia a renovar la faz de la tierra»

Don de sabiduría: Ven, oh, espíritu de sabiduría, desapéganos de las cosas de la tierra e infúndenos amor y gusto por las cosas del cielo.
Repetir 7 veces: «Padre Santo, en el nombre de Jesús, envía tu Espíritu de sabiduría a renovar la faz de la tierra»

Don de fortaleza: Ven, oh, espíritu de fortaleza, y danos fuerza, constancia y victoria en las batallas contra nuestros enemigos espirituales.
Repetir 7 veces: «Padre Santo, en el nombre de Jesús, envía tu Espíritu de fortaleza a renovar la faz de la tierra»

Don de consejo: Ven, oh, espíritu de consejo, haznos dóciles a tus inspiraciones y guíanos en el camino de la verdad.
Repetir 7 veces: «Padre Santo, en el nombre de Jesús, envía tu Espíritu de consejo a renovar la faz de la tierra»

Don de ciencia: Ven, oh, espíritu de ciencia, sé el maestro de nuestras almas y ayúdanos a practicar tus enseñanzas.
Repetir 7 veces: «Padre Santo, en el nombre de Jesús, envía tu Espíritu de ciencia a renovar la faz de la tierra»

Don de piedad: Ven, oh, espíritu de piedad, ven a morar en nuestros corazones para que poseas y santifiques todos nuestros afectos.
Repetir 7 veces: «Padre Santo, en el nombre de Jesús, envía tu Espíritu de piedad a renovar la faz de la tierra»

Don de temor de Dios: Ven, oh, espíritu de temor de Dios, reina sobre nuestra voluntad, y ayúdanos a estar siempre dispuestos a sufrir cualquier mal en lugar de pecar.
Repetir 7 veces: «Padre Santo, en el nombre de Jesús, envía tu Espíritu de santo temor a renovar la faz de la tierra»

Oremos:
Espíritu de Dios, desciende sobre nosotros, sobre nuestras familias y sobre el mundo entero; Arranca de nosotros la incomprensión, la impaciencia, la discordia y en su lugar, infúndenos comprensión, paciencia y armonía. ¡Amén!


Oración al Espíritu Santo

Ven, Dios Espíritu Santo, y envíanos desde el cielo tu luz, para iluminarnos.

Ven ya, Padre de los pobres, luz que penetra en las almas, dador de todos los dones.

Fuente de todo consuelo, amable huésped del alma, paz en las horas de duelo.

Eres pausa en el trabajo, brisa, en un clima de fuego, consuelo en medio del llanto.

Ven, luz santificadora, y entra hasta el fondo del alma de todos los que te adoran.

Sin tu inspiración divina los hombres nada podemos y el pecado nos domina.

Lava nuestras inmundicias, fecunda nuestros desiertos y cura nuestras heridas.

Doblega nuestra soberbia, calienta nuestra frialdad, endereza nuestras sendas.

Concede a aquellos que ponen en Ti su fe y su confianza tus siete sagrados dones.

Danos virtudes y méritos, danos una buena muerte y contigo el gozo eterno.


Persignarse

Que nos bendiga el poder del Padre celestial, la sabiduría del Hijo divino y el amor del Espíritu Santo. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, ¡Amén!

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