Novena a la Divina Misericordia: Dia 7

Jueves de la octava de Pascua o cualquier día del año

Intención del día

“Hoy tráeme a las almas que veneran y glorifican mi misericordia de modo especial y sumérgelas en mi misericordia. Estas almas son las que más lamentaron mi pasión y penetraron más profundamente en mi espíritu. Ellas son un reflejo viviente de mi corazón compasivo. Estas almas resplandecerán con un resplandor especial en la vida futura. Ninguna de ellas irá al fuego del infierno. Defenderé de modo especial a cada una en la hora de la muerte”.

(Diario de Santa Faustina, 1224)


Oración inicial

Roguemos por todos los que anuncian la misericordia de Dios:
“Jesús misericordiosísimo, cuyo corazón es el amor mismo, acoge en la morada de tu compasivísimo corazón a las almas que veneran y ensalzan de modo particular la grandeza de tu misericordia. Estas almas son fuertes con el poder de Dios mismo. En medio de toda clase de aflicciones y adversidades siguen adelante confiadas en tu misericordia, y unidas a ti, cargan sobre sus hombros a toda la humanidad. Estas almas no serán juzgadas severamente, sino que tu misericordia las protegerá en la hora de la muerte”.

(Diario de Santa Faustina, 1225)


“El alma que ensalza la bondad de su Señor es por Él particularmente amada.
está siempre al lado de la fuente viva y saca gracias de la divina misericordia”

(Diario de Santa Faustina, 1225)


LA CORONILLA DE LA MISERICORDIA

Se utiliza un Rosario común de cinco decenas

MENSAJES DE JESÚS

«Alienta a las personas a decir la Coronilla que te he dado… Rézala incesantemente. Quien la recite recibirá gran misericordia a la hora de la muerte. Los sacerdotes la recomendaran a los pecadores como su último refugio de salvación. Aun si el pecador más empedernido hubiese recitado esta Coronilla al menos una vez, recibirá la gracia de Mi infinita Misericordia. Deseo conceder gracias inimaginables a aquellos que confían en Mi Misericordia.»

(Diario de Santa Faustina, 1541; 687)


«Escribe que cuando digan esta Coronilla en presencia del moribundo, Yo me pondré entre mi Padre y el, no como Justo Juez sino como Misericordioso».

(Salvador» Diario 1541)


INTRODUCCIÓN

La señal de la Cruz

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Amén!

Oración al principio:

“Expiraste, Jesús, pero la fuente de vida brotó para las almas y el mar de misericordia se abrió para el mundo entero. Oh fuente de vida, insondable Misericordia Divina, abarca al mundo entero y derrámate sobre nosotros”.

(Diario de Santa Faustina, 1319)

Padre Nuestro:

“Padre nuestro, que estás en el Cielo, santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el Cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. ¡Amén!”.

Avemaría:

“Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén”.

Credo:

“Creo en Dios, Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de santa María virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los Cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre Todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia Católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. ¡Amén!”


CINCO DECENAS

  1. Al comenzar cada decena, en las cuentas grandes, decir: «Padre Eterno, te ofrezco el cuerpo, la sangre, el alma y la divinidad de tu amadísimo Hijo, nuestro señor Jesucristo, como propiciación de nuestros pecados y los del mundo entero».
  2. En las cuentas pequeñas: «Por su dolorosa pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero».
  3. Al final cada decena: «Oh sangre y agua que brotaste del corazón de Jesús, como una fuente de misericordia para nosotros, en ti confío» (Diario de Santa Faustina, 84)

ORACIONES

  1. Al finalizar las cinco decenas de la coronilla se repite tres veces: «Santo Dios, santo fuerte, santo inmortal, ten piedad de nosotros y del mundo entero».
  2. Oración final: «Oh Dios Eterno, en quien la misericordia es infinita y el tesoro de compasión inagotable, vuelve a nosotros tu mirada bondadosa y aumenta tu misericordia en nosotros, con el fin de que en los momentos difíciles, no nos desesperemos ni nos desalentamos, sino que, con la máxima confianza, nos sometamos a tu santa voluntad, que es el amor y la misericordia mismos. ¡Amén!» (Diario de Santa Faustina, 950)

Oración final

“Padre Eterno, mira con misericordia a aquellas almas que glorifican y veneran tu mayor atributo, es decir, tu misericordia insondable y que están encerradas en el compasivísimo corazón de Jesús. Estas almas son un Evangelio viviente, sus manos están llenas de obras de misericordia y sus corazones, desbordantes de gozo, te cantan, oh Altísimo, un cántico de misericordia. Te suplico, oh Dios, muéstrales tu misericordia según la esperanza y la confianza que han puesto en ti. Que se cumpla en ellas la promesa de Jesús quien les dijo: a las almas que veneren esta infinita misericordia mía, Yo mismo las defenderé como mi gloria durante sus vidas y especialmente en la hora de la muerte. ¡Amén!”

(Diario de Santa Faustina, 1225)

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