Oración al Niño Jesús de la salud.

¡Oh santo niño Jesús de la salud!

Creo en la bondad infinita de tu corazón, y por ello con inmensa fe te pido que a mi familia nunca le falta salud, casa, alimento y, la luz física y espiritual.

Remedia la necesidad en que me encuentro.

¡Oh niño Jesús de la salud!

Espero en la misericordia sin límites que tienes con los que te invocan.

Oye mi suplica y remedia mi urgente necesidad.

¡Oh niño Jesús de la salud!

Te amo, te amo con todo mi corazón.

Me entrego y consagro a tu amantísimo corazón.

Escucha mi plegaria, te lo ruego y remedia mi gran necesidad

PADRE NUESTRO

Padre nuestro que estás en el Cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu Reino; hágase tu voluntad en la Tierra cono en el Cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas como nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén.

AVE MARÍA

Dios te salve María, llena eres de gracia el Señor es contigo, bendita eres entre todas las mujeres y bendito el fruto de tu vientre Jesús.

Santa María, madre de Dios ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

GLORIA

Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo. Amén.

¡Oh amabilísimo santo niño Jesús! que dijiste «pedid y recibirás»; dígnate a escuchar benignamente la súplica que te hago en esta necesidad y concédeme favorablemente la gracia que solicito, si es para mayor gloria tuya y de mi alma. Así sea.

Jesús mío, misericordia.

Jesús, hijo de David, ten misericordia de mí.

Señor mío Jesucristo, líbrame de todas mis iniquidades y de todos los males, haz que siempre esté adherido a tus mandamientos y no permitas que me separé jamás de ti.

Santo niñito Jesús de la salud, bendícenos con la ternura con que bendijiste a los pecadores de Palestina y con esta bendición despierta en nuestras almas el arrepentimiento sincero de las culpas, aumenta muestra fe y sumisión a tu adorable voluntad; danos el pan cotidiano, alivia nuestras enfermedades, consuélanos en las penas y otórganos la resignación necesaria para sufrirlas con paciencia, y haz benignísimo santo niño, que seamos dóciles a tu gracia y humildes de corazón.

CREDO

Creo en Dios, Padre Todopoderoso, creador del Cielo y de la Tierra.

Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los Cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos.

Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia Católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén.

SALVE

Dios te salve, Reina y Madre de misericordia,  vida, dulzura y esperanza nuestra. 

Dios te salve a ti clamamos los desterrados hijos de Eva,  a ti suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas. 

Ea, pues, Señora Abogada Nuestra, vuelve a nosotros tus ojos misericordiosos, y después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. Oh, clemente, oh piadosa, oh dulce Virgen María. 

Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.

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