«LA BATALLA FINAL ENTRE DIOS Y EL DEMONIO SERÁ SOBRE EL MATRIMONIO Y LA FAMILIA».
Si deseamos que nuestras familias permanezcan unidas y al resguardo de Dios, es necesario que invoquemos la presencia del Señor, que oremos pidiendo de su misericordia para que cada familia sea resguardada bajo el vientre de la Santísima Virgen María y que cada integrante de ella, tenga un corazón dispuesto al Amor del Padre.
Pidamos al Señor por los matrimonios que optan por la separación sin saber las consecuencias de sus decisiones, supliquemos al Espíritu Santo descienda sobre las familias en crisis para que a su luz puedan resolver cada conflicto y opten por la paz, el amor y la unión.
ORACIÓN:
Oh Dios, de quien procede toda paternidad en el cielo y en la tierra, Padre, que eres Amor y Vida, haz que en cada familia humana sobre la tierra se convierta, por medio de tu Hijo, Jesucristo, «nacido de Mujer», y del Espíritu Santo, fuente de caridad divina, en verdadero santuario de la vida y del amor para las generaciones porque siempre se renuevan.
Haz que tu gracia guíe a los pensamientos y las obras de los esposos hacia el bien de sus familias y de todas las familias del mundo.
Haz que las jóvenes generaciones encuentren en la familia un fuerte apoyo para su humanidad y su crecimiento en la verdad y en el amor.
Haz que el amor, corroborado por la gracia del sacramento del matrimonio, se demuestre más fuerte que cualquier debilidad y cualquier crisis, por las que a veces pasan nuestras familias.
Haz finalmente, te lo pedimos por intercesión de la Sagrada Familia de Nazaret, que la Iglesia en todas las naciones de la tierra pueda cumplir fructíferamente su misión en la familia y por medio de la familia. Tú, que eres la Vida, la Verdad y El Amor, en la unidad del Hijo y del Espíritu santo.
Amén.