¿Depresión en Navidad?

Es en la época decembrina cuando los sentimientos están a flor de piel, analizamos todo lo que en el transcurso del año pudimos o no hacer; el tan conocido espíritu navideño se nos es anunciado por todos lados, las personas corren de un lugar a otro por encontrar el mejor regalo del intercambio; y el verdadero sentido de la navidad no es tan conocido.

A muchas personas nos encantan las posadas, el adornar con bellas luces nuestra casa, poner el tradicional árbol, regalar detalles, e inclusive el vacacionar, pero muchas otras viven esta época de de manera diferente.

La nostalgia por la pérdida de seres amados es muy frecuente en estas fechas, en ocasiones sale a relucir la desesperanza por sueños frustrados o no alcanzados.

El mundo nos muestra una época llena de felicidad, de amor total, de alegría, de luces brillantes; donde no existen problemas y en donde todo es posible, olvidándose de las verdaderas dificultades, problemas y angustias que muchos enfrentamos día con día.

Es importante trabajar en nuestras emociones, en los sentimientos que esta época provoca pero sobre todo en las heridas que tenemos y que actos externos hacen que la depresión se muestre.

1- Buscar ayuda en terapia: Platicar con alguien sobre nuestros emociones y sentimientos es muy liberador, y que mejor con una persona profesional.

Identifica qué es lo que te provoca tristeza o depresión en las temporadas decembrinas, si existe algún trauma, idea o recuerdo que se haya arraigado y no te permita avanzar.

2- Agradecimiento: Cuando nos enfocamos en lo mucho que tenemos y agradecemos, nuestro estado mental cambia completamente porque comenzamos a sentir felicidad por el simple hecho de recordar cómo obtuviste todo lo que ya tienes en tus manos, y las capacidades que desarrollaste.

Agradecer, nos enseña a valorar, cuidar y respetar no sólo lo material sino el proceso que tuvimos que pasar para tener cada aprendizaje y madurez.

3- Disfrutar el presente: Vivir el hoy, disfrutar del presente es tan pacificador; la mente está enfocada en el día que está transcurriendo, no se muestra la depresión por las cosas del pasado ni la ansiedad por las preocupaciones del futuro.

Sobre pensar en situaciones que ya sucedieron nos daña profundamente y pone en un estado de depresión y tristeza.

Recordar el objetivo principal de la Navidad, hará centrarnos en nosotros, en nuestra conversión, en buscar más de Dios para que sea Él quien transforme nuestra vida.


4- Poner a Dios en el centro: Con Dios todo es posible, especialmente la sanación interior; Él es especialista en sanar las heridas más profundas del alma, del espíritu y cuerpo.

En Cristo encontrarás el alivio a todas las preocupaciones, permítele que sea el centro de todas las áreas de tu vida; que el gozo por su nacimiento sea sincero y que si añoras algo o a alguien en esta temporada sea con la convicción de que todo está en sus manos.

Pide te conceda sanación, alegría y gozo no sólo en Navidad sino en todo momento.

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