¡Es en la oración que Dios escucha nuestras súplicas!
La Santísima Virgen María es la gran intercesora por excelencia, ella interviene ante el Padre para que bajo su voluntad sean concedidos los anhelos más profundos de nuestro corazón.
En su advocación de la Virgen de la Dulce espera, María lleva en su vientre al verbo encarnado, en ella habita el salvador, el Dios todopoderoso en su seno maternal, el primer sagrario de nuestro Señor Jesucristo; por lo que habita un gran poder dentro de ella.
Muchas parejas y mujeres acuden a María para conseguir el milagro del embarazo, y el buen termino de éste; a su vez ella acude ante el Padre para arrancar ese bello milagro.
No logramos comprender a veces los designios y voluntad del Señor, y por qué hace esperar a algunas parejas el concebir pero lo que sí sabemos es que sus planes son perfectos, que todo obra para bien del que confía, y que en el tiempo perfecto el milagro de la vida será manifestado en cada vientre elegido por quien es la vida eterna.
Recordemos que la maternidad también se refleja y vive con hijos adoptivos y/o espirituales.
La celebración de esta advocación es el día 18 de diciembre, a pocos días del nacimiento de Jesús, lo que tienen en común es la esperanza de la venida de Jesús.
ORACIÓN A LA VIRGEN DE LA DULCE ESPERA PARA QUIENES ESPERAN TENER HIJOS
Bendita seas María, Virgen y Madre.
El Señor te llenó de gracia y alegría
en la Dulce Espera de Jesús.
Te rogamos por las mujeres,
por las parejas que desean el don de un hijo
y tienen problemas para concebir.
Ayúdalos en esta esperanza,
que pronto se vean bendecidos
con la gracia del deseado embarazo,
y dales tu dulce y amoroso apoyo
en el camino de la vida.
Y también…
Madre de la Buena Espera,
auxilia y bendice a quienes han recibido
los hermosos nombres de padre y madre,
para que en su hogar no falte el amor,
para que sepan dar a sus hijos la educación,
el cariño, los consejos y todo lo necesario
para que tengan una niñez dichosa.
Virgen de la Dulce espera,
ampara y protege con tu amor
a los que esperan con inmensa dicha un nuevo ser,
para que los meses de gestación
y el ansiado parto sea feliz,
para que con Vos den gracias a Dios
por su grandeza manifiesta
en el niño que está por nacer.
Acuérdate de los que han abierto su corazón
a la noble y desinteresada tarea de la adopción de niños
necesitados de cariño, atención y hogar,
ayúdalos en todos los trámites,
resuelve los problemas que les pudieran surgir
y mantenlos en la alegría de su generosidad.
Finalmente, recógenos a todos
en el gran abrazo del Espíritu Santo,
para que mostremos al mundo
que podemos vivir como hermanos,
porque todos somos hijos de Dios.
Amén.