¿Cómo debes ayunar?

[fusion_builder_container hundred_percent=»no» hundred_percent_height=»no» hundred_percent_height_scroll=»no» hundred_percent_height_center_content=»yes» equal_height_columns=»no» menu_anchor=»» hide_on_mobile=»small-visibility,medium-visibility,large-visibility» status=»published» publish_date=»» class=»» id=»» link_color=»» link_hover_color=»» border_size=»» border_color=»» border_style=»solid» margin_top=»» margin_bottom=»» padding_top=»» padding_right=»» padding_bottom=»» padding_left=»» gradient_start_color=»» gradient_end_color=»» gradient_start_position=»0″ gradient_end_position=»100″ gradient_type=»linear» radial_direction=»center center» linear_angle=»180″ background_color=»» background_image=»» background_position=»center center» background_repeat=»no-repeat» fade=»no» background_parallax=»none» enable_mobile=»no» parallax_speed=»0.3″ background_blend_mode=»none» video_mp4=»» video_webm=»» video_ogv=»» video_url=»» video_aspect_ratio=»16:9″ video_loop=»yes» video_mute=»yes» video_preview_image=»» filter_hue=»0″ filter_saturation=»100″ filter_brightness=»100″ filter_contrast=»100″ filter_invert=»0″ filter_sepia=»0″ filter_opacity=»100″ filter_blur=»0″ filter_hue_hover=»0″ filter_saturation_hover=»100″ filter_brightness_hover=»100″ filter_contrast_hover=»100″ filter_invert_hover=»0″ filter_sepia_hover=»0″ filter_opacity_hover=»100″ filter_blur_hover=»0″][fusion_builder_row][fusion_builder_column type=»1_1″ spacing=»» center_content=»no» link=»» target=»_self» min_height=»» hide_on_mobile=»small-visibility,medium-visibility,large-visibility» class=»» id=»» hover_type=»none» border_size=»0″ border_color=»» border_style=»solid» border_position=»all» border_radius=»» box_shadow=»no» dimension_box_shadow=»» box_shadow_blur=»0″ box_shadow_spread=»0″ box_shadow_color=»» box_shadow_style=»» padding_top=»» padding_right=»» padding_bottom=»» padding_left=»» margin_top=»» margin_bottom=»» background_type=»single» gradient_start_color=»» gradient_end_color=»» gradient_start_position=»0″ gradient_end_position=»100″ gradient_type=»linear» radial_direction=»center center» linear_angle=»180″ background_color=»» background_image=»» background_image_id=»» background_position=»left top» background_repeat=»no-repeat» background_blend_mode=»none» animation_type=»» animation_direction=»left» animation_speed=»0.3″ animation_offset=»» filter_type=»regular» filter_hue=»0″ filter_saturation=»100″ filter_brightness=»100″ filter_contrast=»100″ filter_invert=»0″ filter_sepia=»0″ filter_opacity=»100″ filter_blur=»0″ filter_hue_hover=»0″ filter_saturation_hover=»100″ filter_brightness_hover=»100″ filter_contrast_hover=»100″ filter_invert_hover=»0″ filter_sepia_hover=»0″ filter_opacity_hover=»100″ filter_blur_hover=»0″ last=»no»][fusion_text columns=»» column_min_width=»» column_spacing=»» rule_style=»default» rule_size=»» rule_color=»» hide_on_mobile=»small-visibility,medium-visibility,large-visibility» class=»» id=»» animation_type=»» animation_direction=»left» animation_speed=»0.3″ animation_offset=»»]

¿Qué es el ayuno?

Es el acto de fortalecer al alma ante la abstinencia de placeres para el cuerpo, mente y alma.

Es por medio del ascetismo que se logra el autocontrol, el dominio propio de caer en tentaciones o dificultades que nos incitan a pecar. Queremos mencionar que no se trata de castigar a las áreas en las que somos más débiles sino por el contrario, se trata de fortalecerlas, y tener como resultado una superación no sólo personal sino espiritual.

Para el dominio de tu Tierra (Corazón) te sugerimos algunos pasos para que puedas fortalecerte, ofrecer tu sacrificio a Dios dejando al hombre viejo para transformarte en una persona renovada en Dios.

1-Un paso a la vez.

Obedecer a la ley de la Santa Iglesia: Ayunar los Miércoles de Ceniza y Viernes Santo, abstenerse de la carne (como alimento y críticas) los días viernes, y mantener el ayuno una hora antes y después de haber recibido la Santa Eucaristía.

2- Ofrece algo más.

Observa sigilosamente lo que más deseas dejar, aquello que quieres quitar radicalmente de tu vida y que te cuesta muchísimo. Una vez que lo identificas, puedes ir renunciando a ello a través de la ascética, abstenerte de hacerlo nuevamente.

“Si eres capaz de ayunar, harías bien en observar algunos días más allá de los que nos ordena la Iglesia, porque además del efecto que produce el ayuno de elevar nuestra mente, someter a la carne, confirmar nuestra bondad y obtener recompensas del Cielo, se trata también de controlar la avaricia, y de mantener los apetitos sensuales y todo el cuerpo sujeto a la ley del Espíritu; y a pesar de lo que podamos hacer sea poco, el enemigo aun así se detiene asombrado de aquellos que él sabe que puede ayunar”. (San Francisco de Sales)

3- Evita una comida extra a la semana.

Niégate a ti mismo la satisfacción que trae alguna comida extra, un placer que deseas satisfacer especialmente si ésta contiene sal.

¿Te gustan los postres? Es un excelente momento para no comerlo, aprender de tu capacidad de resistencia ante lo que más disfrutas después de una deliciosa comida; esto te ayudará a hacer crecer tu musculo espiritual y mental.

Puedes hacer lo mismo con la cerveza, ese cigarrillo al que estás tan acostumbrado o el tan delicioso refresco que te hace sentir satisfecho.

4- Compras excesivas.

¿Estás planeando irte de compras? Te sugerimos en esta ocasión que tus compras excesivas, se conviertan en ayuda.

Puedes dar alguna limosna a los pobres, a gente de la calle, ayudar a una persona necesitada ya sea económicamente o de cualquier otra índole.

Ábrete a la experiencia de la bondad y del ayudar a quien no tiene lo mismo que tú, la generosidad es una virtud que cultivarás, te ayuda a progresar y compartir el fruto de tu trabajo al más necesitado.

5- Fortalécete con la oración.

Es la oración la herramienta principal la que te mantendrá fuerte para decir ¡no! a todo aquello que deseas evitar, no puedes ayunar sino acompañas este meta con la comunicación con Dios, tener bien en claro los motivos por los cuáles estás absteniéndote de tales cosas o circunstancias te ayudará a llegar a tu objetivo.

Involucra a Dios en este tiempo en el que te harás aún más fuerte, y si llegase el día que no cumples, no te castigues con pensamientos negativos por el contrario levántate y continúa, abortar misión no es la idea.

Deseamos que tu vida espiritual sea más fuerte con la ayuda de aquel que es la fuente de Amor, vida, la verdad y la luz. No desesperes todo lleva su proceso y tiempo, sólo tienes que hacer consciencia de lo que buscas trabajar, si tienes algún pecado muy arraigado con esta practica aprenderás a decir ¡no más!

Pide al Señor su ayuda con la canción: “Hoy necesito” de la cantante Celinés Díaz para que te ilumine en esta nueva aventura y así unirte más a Él.

[/fusion_text][fusion_youtube id=»https://www.youtube.com/watch?v=b9NF4FTd58Y» alignment=»center» width=»» height=»» autoplay=»false» api_params=»» hide_on_mobile=»small-visibility,medium-visibility,large-visibility» class=»» css_id=»» /][/fusion_builder_column][/fusion_builder_row][/fusion_builder_container]

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *