El mes de marzo es dedicado al Padre adoptivo de Cristo y Patrono de la Iglesia Universal.
Hombre dedicado al resguardo de su familia, es conocido por sus virtudes y por la capacidad de enfrentar con valentía la encomienda tan importante que Dios le dio al ser hijo de Jesús y esposo de la Santísima Virgen María.
En diciembre del 2018, el Papa Francisco comentó sobre San José: “De este hombre que se hizo cargo de la paternidad y del misterio se dice que era la sombra del Padre: la sombra de Dios Padre. Y si Jesús hombre aprendió a decir ‘papá’, ‘padre’, a su Padre que conocía como Dios, fue gracias a que lo aprendió de la vida, del testimonio de José: el hombre que custodia, el hombre que hace crecer, el hombre que lleva adelante la paternidad y el misterio, que no toma nada para sí mismo”.
Además, el Pontífice convocó un Año de San José desde el 8 de diciembre de 2020 hasta el 8 de diciembre del 2021, para conmemorar los 150 años del decreto Quemadmodum Deus, por medio del cual el Beato Pío IX había declarado a San José patrono de la Iglesia.
Para ello, el Papa Francisco escribió la carta apostólica Patris corde, en la que explica que establecía ese Año para “que todos los fieles, siguiendo su ejemplo (de San José), puedan fortalecer cotidianamente su vida de fe en cumplimiento pleno de la voluntad de Dios”.
“Todos pueden encontrar en San José -el hombre que pasa desapercibido, el hombre de la presencia diaria, discreta y oculta- un intercesor, un apoyo y una guía en tiempos de dificultad”, escribió el Papa en Patris corde.
De San José sabemos que era un humilde carpintero, desposado con María, hombre justo dispuesto hacer la voluntad de Dios manifestada en su ley a través de los cuatros sueños que tuvo.
Tuvo la valentía de asumir la paternidad legal de Jesús, a quien dio el nombre que le reveló el ángel: «Tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados» (Mt 1,21).
Después de María, Madre de Dios, ningún santo ocupa tanto espacio en el Magisterio pontificio como José, su esposo. El venerable Pío XII lo presentó como “Patrono de los trabajadores”, San Juan Pablo II como «Custodio del Redentor, el pueblo lo invoca como «Patrono de la buena muerte».
Es el día 19 de marzo de cada año que se celebra la festividad de San José y donde culminamos nuestra Consagración a su Corazón.
Dirijámosle nuestras oraciones y confiemos en su intercesión durante todo este mes, que sea a través que Dios nos conceda la libertad de nuestra alma, la conversión y arrepentimiento de nuestros pecados.
ORACIÓN:
«Salve, custodio del Redentor y esposo de la Virgen María. A ti Dios confió a su Hijo, en ti María depositó su confianza, contigo Cristo se forjó como hombre. Oh, bienaventurado José, muéstrate padre también a nosotros y guíanos en el camino de la vida. Concédenos gracia, misericordia y valentía, y defiéndenos de todo mal». ¡Amén!
¡SAN JOSE! RUEGA POR NOSOTROS.