SAN JOSÉ, PATRÓN DE LA JUSTICIA SOCIAL
Dirección:
Esto dice el Señor: «Abre tu boca en favor del mudo y en defensa de todos los desamparados; abre tu boca, juzga con justicia y defiende la causa del desvalido y del pobre» (Prov. 31, 8-9(
A San José se le llama Patrón de la justicia social por su rectitud. Él seguía las leyes de Dios. Hizo de la justicia una forma de vida práctica por amor a los demás. Él realizó sus asignaciones divinas porque fue un hombre de justicia.
San José fue justo con sus compañeros, su familia y sociedad. Dios lo guio para que pudiera determinar lo correcto de lo equivocado y siempre permaneció en lo correcto.
Como discípulos de Cristo estamos llamados a imitar a San José y a trabajar por la justicia social. Nuestras familias son el punto de partida y el centro de la vocación de justicia.
La forma en que tratamos a nuestros padres, conyugue o hijos, refleja el compromiso con el amor y la justicia de Dios. Demostramos nuestro compromiso con el Evangelio en la forma en que usamos nuestro tiempo y nuestro dinero y en que en nuestra vida familiar este incluida la ética de la caridad, el servicio y la acción por la justicia.
En el mundo de los negocios son pocas las personas con poder adquisitivo, político y social que tienen oportunidades importantes para buscar la justicia y promover la paz. La responsabilidad ética no solo es evitar el mal, sino ayudar al débil y vulnerable. Las decisiones acerca del uso del dinero tienen implicaciones morales: de acuerdo con tus posibilidades: ¿estás creando y preservando trabajos y sueldos dignos?, ¿estás desarrollando a la comunidad con los productos y servicios que ofreces?, ¿las políticas y decisiones que tomas en tu trabajo, comunidad o familia reflejan el respeto por la vida y dignidad humana, promueven la paz y preservan la creación de Dios?
Como católicos, todos nosotros tenemos responsabilidades especiales para proteger la vida y la dignidad humana y de apoyar al pobre y al vulnerable. También estamos llamados a recibir al extraño, a combatir la discriminación, a fomentar la paz y a promover el bien común: «La defensa y la promoción de la dignidad humana nos han sido confiadas por el Creador, y […] de las que son rigurosa y responsablemente deudores los hombres y mujeres en cada coyuntura de la historia» (CEC 1929)
Trabajar por la justicia todos los días no es fácil, pero podemos llamar a nuestro padre espiritual, San José, para que interceda por nosotros y nos ayude a vivir nuestra fe en el mundo de tal forma que agrade a Dios.
Tarea de hoy: Medita un momento: ¿quién es el pobre y vulnerable que Dios ha puesto en mi vida?, ¿cómo puedo responder a sus necesidades? Examina si estás viviendo una vida ética y en línea con el plan de justicia de Dios y ten la disposición de hacer las enmiendas que sean necesarias.
Que San José nos enseñe a construir el Reino de Dios, que es un reino de justicia, paz y alegría en el Espíritu: San José, Patrón de la justicia social, ora que podamos tener la visión del mundo de Dios: un mundo en donde los débiles están protegidos y nadie padece hambre ni pobreza; un mundo donde la paz se construye con justicia y la justicia es guiada por el amor. Danos la inspiración y el valor para construirlo a través de Jesucristo Nuestro Señor. ¡Amén!
ORACIONES: Las siguientes oraciones deben ser recitadas después de la meditación de cada día, según las instrucciones de cada uno de los días.
INICIO PARA TODOS LOS DÍAS:
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Amén!
ESPÍRITU DE CRISTO
Espíritu de Cristo: despiértame; Espíritu de Cristo: muéveme; Espíritu de Cristo: lléname; Espíritu de Cristo: séllame. Oh, Padre Celestial, conságrame a tu Corazón y Voluntad; sé en mí una fuente de virtudes; sella mi alma como la tuya para que tu reflejo en mí sea una luz que todos vean. ¡Amén!
LETANÍAS DE SAN JOSÉ
Señor, ten piedad de nosotros | Señor, ten piedad de nosotros |
Cristo, ten piedad de nosotros | Cristo, ten piedad de nosotros |
Señor, ten piedad de nosotros | Señor, ten piedad de nosotros |
Cristo óyenos | Cristo óyenos |
Cristo escúchanos | Cristo escúchanos |
Dios, Padre celestial | Ten misericordia de nosotros |
Dios Hijo, Redentor del mundo | Ten misericordia de nosotros |
Dios Espíritu Santo | Ten misericordia de nosotros |
Santísima Trinidad, un sólo Dios | Ten misericordia de nosotros |
Santa María | Ruega por nosotros |
San José | Ruega por nosotros |
Ilustre descendiente de David | Ruega por nosotros |
Luz de los Patriarcas | Ruega por nosotros |
Esposo de la Madre de Dios | Ruega por nosotros |
Casto guardián de la Virgen | Ruega por nosotros |
Padre adoptivo del Hijo de Dios | Ruega por nosotros |
Ferviente defensor de Cristo | Ruega por nosotros |
Jefe de la Sagrada Familia | Ruega por nosotros |
José, justísimo | Ruega por nosotros |
José. castísimo | Ruega por nosotros |
José, prudentísimo | Ruega por nosotros |
José, valentísimo | Ruega por nosotros |
José, obedientísimo | Ruega por nosotros |
José, fidelísimo | Ruega por nosotros |
Espejo de paciencia | Ruega por nosotros |
Amante de la pobreza | Ruega por nosotros |
Modelo de los trabajadores | Ruega por nosotros |
Gloria de la vida doméstica | Ruega por nosotros |
Custodio de las Vírgenes | Ruega por nosotros |
Pilar de las familias | Ruega por nosotros |
Consuelo de los afligidos | Ruega por nosotros |
Esperanza de los enfermos | Ruega por nosotros |
Patrón de los moribundos | Ruega por nosotros |
Terror de los demonios | Ruega por nosotros |
Protector de la Santa Iglesia | Ruega por nosotros |
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo | Perdónanos, Señor |
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo | Escúchanos, Señor |
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo | Ten piedad y misericordia de nosotros |
Lo hizo Señor de su casa | y príncipe de todas sus posesiones. |
Oremos: Oh, Dios, que en tu amorosa providencia, elegiste a San José para ser el esposo de tu Santísima Madre, concédenos el favor de tenerlo como nuestro intercesor en el cielo y al que veneramos como nuestro protector en la Tierra. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. ¡Amen!