Consagración a San José: Día 24

SAN JOSÉ, PROTECTOR DE LA SANTA IGLESIA

Dirección:

La Iglesia nos enseña que, debido a que San José respondió con fe a Dios, protegió y fue el proveedor de la Sagrada Familia, Dios lo llamó para proteger y proveer al Cuerpo de Cristo que es la Iglesia.

En 1870, el papa León XIII explicó el título de “Protector de la Santa Iglesia” de la siguiente manera: “Es apropiado y digno de la grandeza de José que, de la misma manera en que, sin descanso, cuidó de la familia de Nazaret, ahora proteja y defienda con su asistencia celestial a la Iglesia de Cristo” León XIII, Encíclica sobre San José, Quamquam pluries

Este título muestra cómo este hombre sencillo, justo y bueno. Él continúa protegiéndonos e intercediendo por nosotros como miembros de la Iglesia.

San José fue un hombre de fe y de acción. No hay una sola palabra de él documentada en todas las Escrituras, sin embargo, este hombre callado puede inspirarnos a permanecer files y diligentes para cumplir con nuestras obligaciones en la Iglesia y en nuestras familias.

Como protector de la Iglesia San José es un maravilloso intercesor para los sacerdotes. El sacerdocio es abrumador debido a todas las dificultades y retos pastorales, además de lo que implica para ellos la oscuridad por la que está pasando la Iglesia. San José es importante para ayudarles. Él se enfrentó con muchas dificultades también; ese fue su llamado y Dios le otorgó la gracia para llevarlo a cabo. El Señor les da también la gracia necesaria a cada uno de sus sacerdotes.

Tener una posición de liderazgo, ya sea sacerdocio o paternidad o en tu trabajo o comunidad requiere enfrentarse con situaciones difíciles e inesperadas que pondrán a prueba tus habilidades, pero Dios no espera que te enfrentes con estas dificultades tú solo; Él quiere que dependas de su gracia a través de la intercesión de tu padre espiritual, San José.


Tarea de hoy: Para los sacerdotes, identifica un reto pastoral con el que estás teniendo dificultad y entrégaselo a San José. Para los que no son sacerdotes, reza por un sacerdote que haya sido importante en tu camino de fe y en el de tu familia. Reza por él mencionando su nombre, agradécele a Dios por su vocación y su papel en tu vida de fe. Pídele a San José y a María que intercedan por todos los sacerdotes, por su perseverancia y fidelidad, y a la Santísima Trinidad que los confirme en santidad con todos los dones del Espíritu Santo para que estos los sostengan en su llamado.


Roguemos a San José que ore por nosotros los católicos de todo el mundo, la Iglesia que Cristo fundó, para que demos ejemplo de santidad al mundo entero: San José, Protector de la Santa Iglesia, ora por el Santo Padre, por todos los obispos, sacerdotes, diáconos, consagrados y religiosos para que renueven su vocación, y con humildad y fe, lleven a cabo su misión. Ora por todos los líderes para que tengan un corazón de servicio y confíen en la sabiduría de Dios para tomar decisiones. Ora por todos los miembros laicos de la Iglesia para que cumplan con su llamado bautismal y lleven el Evangelio de Jesucristo a todos los rincones del mundo. ¡Amén!


ORACIONES:  Las siguientes oraciones deben ser recitadas después de la meditación de cada día, según las instrucciones de cada uno de los días.


INICIO PARA TODOS LOS DÍAS:

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Amén!


ACORDAOS, SAN JOSÉ

¡Acuérdate! Oh, purísimo esposo de la Virgen María y dulce protector mío, San José, que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han invocado tu protección e implorado tu ayuda haya quedado sin consuelo. Con esta confianza, vengo a tu presencia y me encomiendo fervorosamente a tu bondad. Oh, padre adoptivo del Redentor, escucha mi oración y no desatiendas mis súplicas, antes bien, acógelas con compasión y dígnate socorrerme en mi necesidad. ¡Amén!


LETANÍAS DE SAN JOSÉ

Señor, ten piedad de nosotrosSeñor, ten piedad de nosotros
Cristo, ten piedad de nosotrosCristo, ten piedad de nosotros
Señor, ten piedad de nosotrosSeñor, ten piedad de nosotros
Cristo óyenosCristo óyenos
Cristo escúchanosCristo escúchanos
Dios, Padre celestialTen misericordia de nosotros
Dios Hijo, Redentor del mundoTen misericordia de nosotros
Dios Espíritu SantoTen misericordia de nosotros
Santísima Trinidad, un sólo DiosTen misericordia de nosotros
Santa MaríaRuega por nosotros
San JoséRuega por nosotros
Ilustre descendiente de DavidRuega por nosotros
Luz de los PatriarcasRuega por nosotros
Esposo de la Madre de DiosRuega por nosotros
Casto guardián de la VirgenRuega por nosotros
Padre adoptivo del Hijo de DiosRuega por nosotros
Ferviente defensor de CristoRuega por nosotros
Jefe de la Sagrada FamiliaRuega por nosotros
José, justísimoRuega por nosotros
José. castísimoRuega por nosotros
José, prudentísimoRuega por nosotros
José, valentísimoRuega por nosotros
José, obedientísimoRuega por nosotros
José, fidelísimoRuega por nosotros
Espejo de pacienciaRuega por nosotros
Amante de la pobrezaRuega por nosotros
Modelo de los trabajadoresRuega por nosotros
Gloria de la vida domésticaRuega por nosotros
Custodio de las VírgenesRuega por nosotros
Pilar de las familiasRuega por nosotros
Consuelo de los afligidosRuega por nosotros
Esperanza de los enfermosRuega por nosotros
Patrón de los moribundosRuega por nosotros
Terror de los demoniosRuega por nosotros
Protector de la Santa IglesiaRuega por nosotros
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundoPerdónanos, Señor
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundoEscúchanos, Señor
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundoTen piedad y misericordia de nosotros
Lo hizo Señor de su casay príncipe de todas sus posesiones.

Oremos: Oh, Dios, que en tu amorosa providencia, elegiste a San José para ser el esposo de tu Santísima Madre, concédenos el favor de tenerlo como nuestro intercesor en el cielo y al que veneramos como nuestro protector en la Tierra. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. ¡Amen!

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *