SAN JOSÉ, CONSUELO DE LOS AFLIGIDOS
Dirección:
El consolar a los afligidos es una obra de misericordia espiritual porque se refiere a nuestra necesidad de apoyarnos mutuamente emocional y espiritualmente. Todos necesitamos ser escuchados.
La misericordia de Dios hacia nosotros no se nos otorga solo para nuestro propio consuelo en medio de la aflicción, sino para que nosotros también podamos mostrar su misericordia cuando consolamos a los demás: «Bendito sea Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de las misericordias y Dios de todo consuelo, que nos reconforta en todas nuestras tribulaciones, para que nosotros podamos dar a los que sufren el mismo consuelo que recibimos de Dios» (2a Cor. 1, 4)
Para aquellos que no son compasivos por naturaleza, decir la verdad en una situación es mucho más fácil que mostrar compasión, sin embargo, debemos aprender a San José y mostrar el carácter de Dios en su máxima expresión; también debemos ofrecer nuestra misericordia y dar consuelo a los que nos rodean, especialmente en nuestra familia.
Consolar a los afligidos es parte de la “descripción del puesto”, por así decirlo, de los esposos, los padres, los maestros, los superiores y aún más de los sacerdotes y diáconos.
La vida está llena de tribulaciones: ya sean las enfermedades, falta de trabajo, problemas financieros, dificultades en el matrimonio, hijos rebeldes, problemas en las relaciones con los demás, la muerte de un ser querido y otras adversidades.
Siempre experimentaremos sufrimiento en la vida, pero Dios te dará toda la misericordia y consuelo que necesites para cada aflicción que padezcas. Primero, debemos abrirnos a ese consuelo, permitir ser amados por Dios, después, no debemos quedarnos con ello y guardarlo, sino permitir que crezca y nos haga mejores, para sí también nosotros cuidar, consolar y ayudar a aquellos que Dios nos ha encomendado.
No importa la situación, podemos acudir a San José para que sea nuestro consuelo. Él conoce bien las dificultades de la vida. Él es un padre amable y amoroso y puede interceder por nosotros cuando lo necesitemos.
Tarea de hoy: Después de haber identificado las cruces que tú y tu familia cargan, tómate un momento y pídele a Jesús que te de su Corazón lleno de compasión y misericordia, para que puedas estar junto a tus seres queridos y aligerar su carga.
Pidámosle a San José que nos dé el mismo consuelo de Dios para que nosotros también seamos instrumentos de consuelo para quien lo necesita: San José, Consuelo de los afligidos, ora para que sea misericordioso con los demás, así como Dios ha sido misericordioso conmigo. Ayúdame a tener un corazón compasivo hacia aquellos que han sido confiados a mi cuidado y a tener la humildad de recibir misericordia y compasión en los momentos en que estoy afligido. ¡Amén!
ORACIONES: Las siguientes oraciones deben ser recitadas después de la meditación de cada día, según las instrucciones de cada uno de los días.
INICIO PARA TODOS LOS DÍAS:
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Amén!
ACORDAOS, SAN JOSÉ
¡Acuérdate! Oh, purísimo esposo de la Virgen María y dulce protector mío, San José, que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han invocado tu protección e implorado tu ayuda haya quedado sin consuelo. Con esta confianza, vengo a tu presencia y me encomiendo fervorosamente a tu bondad. Oh, padre adoptivo del Redentor, escucha mi oración y no desatiendas mis súplicas, antes bien, acógelas con compasión y dígnate socorrerme en mi necesidad. ¡Amén!
LETANÍAS DE SAN JOSÉ
Señor, ten piedad de nosotros | Señor, ten piedad de nosotros |
Cristo, ten piedad de nosotros | Cristo, ten piedad de nosotros |
Señor, ten piedad de nosotros | Señor, ten piedad de nosotros |
Cristo óyenos | Cristo óyenos |
Cristo escúchanos | Cristo escúchanos |
Dios, Padre celestial | Ten misericordia de nosotros |
Dios Hijo, Redentor del mundo | Ten misericordia de nosotros |
Dios Espíritu Santo | Ten misericordia de nosotros |
Santísima Trinidad, un sólo Dios | Ten misericordia de nosotros |
Santa María | Ruega por nosotros |
San José | Ruega por nosotros |
Ilustre descendiente de David | Ruega por nosotros |
Luz de los Patriarcas | Ruega por nosotros |
Esposo de la Madre de Dios | Ruega por nosotros |
Casto guardián de la Virgen | Ruega por nosotros |
Padre adoptivo del Hijo de Dios | Ruega por nosotros |
Ferviente defensor de Cristo | Ruega por nosotros |
Jefe de la Sagrada Familia | Ruega por nosotros |
José, justísimo | Ruega por nosotros |
José. castísimo | Ruega por nosotros |
José, prudentísimo | Ruega por nosotros |
José, valentísimo | Ruega por nosotros |
José, obedientísimo | Ruega por nosotros |
José, fidelísimo | Ruega por nosotros |
Espejo de paciencia | Ruega por nosotros |
Amante de la pobreza | Ruega por nosotros |
Modelo de los trabajadores | Ruega por nosotros |
Gloria de la vida doméstica | Ruega por nosotros |
Custodio de las Vírgenes | Ruega por nosotros |
Pilar de las familias | Ruega por nosotros |
Consuelo de los afligidos | Ruega por nosotros |
Esperanza de los enfermos | Ruega por nosotros |
Patrón de los moribundos | Ruega por nosotros |
Terror de los demonios | Ruega por nosotros |
Protector de la Santa Iglesia | Ruega por nosotros |
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo | Perdónanos, Señor |
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo | Escúchanos, Señor |
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo | Ten piedad y misericordia de nosotros |
Lo hizo Señor de su casa | y príncipe de todas sus posesiones. |
Oremos: Oh, Dios, que en tu amorosa providencia, elegiste a San José para ser el esposo de tu Santísima Madre, concédenos el favor de tenerlo como nuestro intercesor en el cielo y al que veneramos como nuestro protector en la Tierra. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. ¡Amen!