Novena a la Divina Misericordia: Dia 4

Lunes de la octava de Pascua o cualquier día del año

Intención del día

“Hoy tráeme a los paganos, y aquellos que todavía no me conocen. También pensaba en ellos durante mi amarga pasión y su futuro celo consoló mi corazón. Sumérgelos en el mar de mi misericordia”.

(Diario de Santa Faustina, 1216)


*Nota sobre ‘los paganos’: Nuestro Señor originalmente usó las palabras ‘los paganos’. Desde el pontificado del Papa Juan XXIII, la Iglesia ha juzgado apropiado el reemplazo de este término por la denominación ‘los que no creen en Cristo’ y ‘los que no conocen a Dios’ (ver el Misal Romano, 1970).


Oración inicial

Roguemos por todos los que no conocen a Dios y que aún viven en la ignorancia de la misericordia Divina:
“Jesús compasivísimo, que eres la luz del mundo entero. Acoge en la morada de tu piadosísimo corazón a las almas de los paganos que todavía no te conocen. Que los rayos de tu gracia las iluminen para que también ellas, unidas a nosotros, ensalcen tu misericordia admirable y no las dejes salir de la morada de tu compasivísimo corazón”

(Diario de Santa Faustina, 1217)


“La luz de tu amor ilumine las tinieblas de las almas. Haz que estas almas te conozcan, y junto con nosotros glorifiquen tu misericordia”.

(Diario de Santa Faustina, 1217)


LA CORONILLA DE LA MISERICORDIA

Se utiliza un Rosario común de cinco decenas

MENSAJES DE JESÚS

«Alienta a las personas a decir la Coronilla que te he dado… Rézala incesantemente. Quien la recite recibirá gran misericordia a la hora de la muerte. Los sacerdotes la recomendaran a los pecadores como su último refugio de salvación. Aun si el pecador más empedernido hubiese recitado esta Coronilla al menos una vez, recibirá la gracia de Mi infinita Misericordia. Deseo conceder gracias inimaginables a aquellos que confían en Mi Misericordia.»

(Diario de Santa Faustina, 1541; 687)


«Escribe que cuando digan esta Coronilla en presencia del moribundo, Yo me pondré entre mi Padre y el, no como Justo Juez sino como Misericordioso».

(Salvador» Diario 1541)


INTRODUCCIÓN

La señal de la Cruz

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Amén!

Oración al principio:

“Expiraste, Jesús, pero la fuente de vida brotó para las almas y el mar de misericordia se abrió para el mundo entero. Oh fuente de vida, insondable Misericordia Divina, abarca al mundo entero y derrámate sobre nosotros”.

(Diario de Santa Faustina, 1319)

Padre Nuestro:

“Padre nuestro, que estás en el Cielo, santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el Cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. ¡Amén!”.

Avemaría:

“Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén”.

Credo:

“Creo en Dios, Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de santa María virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los Cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre Todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia Católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. ¡Amén!”.


CINCO DECENAS

  1. Al comenzar cada decena, en las cuentas grandes, decir: «Padre Eterno, te ofrezco el cuerpo, la sangre, el alma y la divinidad de tu amadísimo Hijo, nuestro señor Jesucristo, como propiciación de nuestros pecados y los del mundo entero».
  2. En las cuentas pequeñas: «Por su dolorosa pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero».
  3. Al final cada decena: «Oh sangre y agua que brotaste del corazón de Jesús, como una fuente de misericordia para nosotros, en ti confío» (Diario de Santa Faustina, 84)

ORACIONES

  1. Al finalizar las cinco decenas de la coronilla se repite tres veces: «Santo Dios, santo fuerte, santo inmortal, ten piedad de nosotros y del mundo entero».
  2. Oración final: «Oh Dios Eterno, en quien la misericordia es infinita y el tesoro de compasión inagotable, vuelve a nosotros tu mirada bondadosa y aumenta tu misericordia en nosotros, con el fin de que en los momentos difíciles, no nos desesperemos ni nos desalentamos, sino que, con la máxima confianza, nos sometamos a tu santa voluntad, que es el amor y la misericordia mismos. ¡Amén!» (Diario de Santa Faustina, 950)

Oración final

“Padre Eterno, mira con misericordia a las almas de los paganos y de los que todavía no te conocen, pero que están encerrados en el muy compasivo corazón de Jesús. Atráelas hacia la luz del Evangelio. Estas almas desconocen la gran felicidad que es amarte. Concédeles que también ellas ensalcen la generosidad de tu misericordia por los siglos de los siglos. ¡Amén!”

(Diario de Santa Faustina, 1217)

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