La espera, desespera!
Dios ha puesto anhelos en tu corazón como el casarte, formar una familia, entregarte en cuerpo y alma a tu conyuge e hijos; y eso es un don que es necesario ir cultivando, cuidando desde la soltería, desde tu interior para que en el momento preciso sepas custodiar con profundo amor el regalo que el Señor te otorgó.
Si te dedicas únicamente a esperar a que llegue esa persona sin trabajar en todas las áreas de tu vida, posiblemente no tengas la suficiente capacidad de llevar a cabo esta bella vocación, pues es de suma importancia que tengas en cuenta que para formar un matrimonio y una familia tienes que trabajar en tu sanación personal, física, emocional y espiritual.
Sì estás soltero o soltera, vive tu presente al máximo de verdad; inicia tus proyectos, comienza todo aquello que has dejado de lado y que tanto quieres alcanzar. Toma tiempo para tu arreglo personal e interior; viaja, convive con tu familia, disfruta de tus amigos, baila, canta y lo más importante invita a todas estas actividades a Dios.
Jesús es un amigo tan fiel que sabrá llevarte por el camino indicado, cuéntale sobre el anhelo por el cual tu corazón explota de amor, pide de su ayuda para saber reconocer a la persona que sea lo mejor para ti y tú para el/ ella, pues el día que Cristo y la Virgen María susciten el encuentro sabrás reconocerlo.
No esperes, mejor trabaja en tu misión, entrega y servicio a los demás. Que el amor te encuentre creciendo, ayudando al prójimo, cumpliendo tus propósitos y no sentado/a en una silla dejando pasar el tiempo sin cultivarte.
Dedica tiempo a la conversación con Dios Padre, Él sabe escucharte.
ORACIÓN POR MI FUTURO/A ESPOSO/A.
«Amado Jesús quiero poner en tus benditas manos mi vida, especialmente los anhelos de mi corazón aquellos sueños y aspiraciones que con mucho deseo siento en mi alma.
Conoces Señor mío el deseo profundo de formar una familia que pueda Adorarte, servirte y proclamar tu nombre a las Naciones. Bajo tu voluntad te entrego mi estado de vida, mi soltería, todas las actividades que realizo día a día, mi trabajo, mis amigos y mi familia.
Sana Espíritu Santo las heridas que puedan estar provocando el bloqueo que impide obtener la gracia de ser merecedor/a de un esposo/a, te invito a que te sientes en el trono de mi corazón, que seas mi brújula, el camino y luz a seguir. Llévate todo aquello que corrompe a mi espíritu, purifíca las intenciones de mis peticiones, conviérteme bajo tu voluntad.
Pido por intercesión de la Santísima Virgen María me concedas el don de un esposo/a, aún en la distancia y sin saber cómo es su rostro, te pongo en tus manos su vida. Sana Jesús sus enfermedades, su corazón; ayúdalo/a en sus necesidades, concédele también los sueños que tiene, fortalece su alma, espíritu y mente. Ten piedad de él/ella, que sienta tu presencia a cada momento, que acuda a Ti en los sufrimientos, que salga avante en las pruebas más difíciles y que con apoyo de su familia resuelva con tu luz cada circunstancia de la vida.
Otórgale alegría, mucha felicidad, que en el ambiente que se esté desarrollando pueda crecer profesionalmente, pero por sobre todo te suplico mi Señor, que tenga un anhelo por tenerte presente hoy, mañana y siempre. Que su corazón se desborde de amor por ti, que siempre luche por mantener una relación contigo, que sus valores y mis valores se unan al plan de vida que deseamos, que al momento de nuestro encuentro y unión tengamos el compromiso mutuo de ponerte en el centro de nuestras vidas”.
Amén.