[fusion_builder_container hundred_percent=»no» hundred_percent_height=»no» hundred_percent_height_scroll=»no» hundred_percent_height_center_content=»yes» equal_height_columns=»no» menu_anchor=»» hide_on_mobile=»small-visibility,medium-visibility,large-visibility» status=»published» publish_date=»» class=»» id=»» link_color=»» link_hover_color=»» border_size=»» border_color=»» border_style=»solid» margin_top=»» margin_bottom=»» padding_top=»» padding_right=»» padding_bottom=»» padding_left=»» gradient_start_color=»» gradient_end_color=»» gradient_start_position=»0″ gradient_end_position=»100″ gradient_type=»linear» radial_direction=»center center» linear_angle=»180″ background_color=»» background_image=»» background_position=»center center» background_repeat=»no-repeat» fade=»no» background_parallax=»none» enable_mobile=»no» parallax_speed=»0.3″ background_blend_mode=»none» video_mp4=»» video_webm=»» video_ogv=»» video_url=»» video_aspect_ratio=»16:9″ video_loop=»yes» video_mute=»yes» video_preview_image=»» filter_hue=»0″ filter_saturation=»100″ filter_brightness=»100″ filter_contrast=»100″ filter_invert=»0″ filter_sepia=»0″ filter_opacity=»100″ filter_blur=»0″ filter_hue_hover=»0″ filter_saturation_hover=»100″ filter_brightness_hover=»100″ filter_contrast_hover=»100″ filter_invert_hover=»0″ filter_sepia_hover=»0″ filter_opacity_hover=»100″ filter_blur_hover=»0″][fusion_builder_row][fusion_builder_column type=»1_1″ spacing=»» center_content=»no» link=»» target=»_self» min_height=»» hide_on_mobile=»small-visibility,medium-visibility,large-visibility» class=»» id=»» hover_type=»none» border_size=»0″ border_color=»» border_style=»solid» border_position=»all» border_radius=»» box_shadow=»no» dimension_box_shadow=»» box_shadow_blur=»0″ box_shadow_spread=»0″ box_shadow_color=»» box_shadow_style=»» padding_top=»» padding_right=»» padding_bottom=»» padding_left=»» margin_top=»» margin_bottom=»» background_type=»single» gradient_start_color=»» gradient_end_color=»» gradient_start_position=»0″ gradient_end_position=»100″ gradient_type=»linear» radial_direction=»center center» linear_angle=»180″ background_color=»» background_image=»» background_image_id=»» background_position=»left top» background_repeat=»no-repeat» background_blend_mode=»none» animation_type=»» animation_direction=»left» animation_speed=»0.3″ animation_offset=»» filter_type=»regular» filter_hue=»0″ filter_saturation=»100″ filter_brightness=»100″ filter_contrast=»100″ filter_invert=»0″ filter_sepia=»0″ filter_opacity=»100″ filter_blur=»0″ filter_hue_hover=»0″ filter_saturation_hover=»100″ filter_brightness_hover=»100″ filter_contrast_hover=»100″ filter_invert_hover=»0″ filter_sepia_hover=»0″ filter_opacity_hover=»100″ filter_blur_hover=»0″ last=»no»][fusion_text columns=»» column_min_width=»» column_spacing=»» rule_style=»default» rule_size=»» rule_color=»» hide_on_mobile=»small-visibility,medium-visibility,large-visibility» class=»» id=»» animation_type=»» animation_direction=»left» animation_speed=»0.3″ animation_offset=»»]
¿Acaso seré yo el traidor?
Al atardecer, se sentó a la mesa con los Doce, y mientras cenaban, les dijo: “Yo les aseguro que uno de ustedes va a entregarme”. Ellos se pusieron muy tristes y comenzaron a preguntarle uno por uno: “¿Acaso soy yo, Señor?” Él respondió: “El que moja su pan en el mismo plato que yo, ése va a entregarme. Porque el Hijo del hombre va a morir, como está escrito de él; pero ¡ay de aquel por quien el Hijo del hombre va a ser entregado! Más le valiera a ese hombre no haber nacido”. Entonces preguntó Judas, el que lo iba a entregar: “¿Acaso soy yo, Maestro?” Jesús le respondió: “Tú lo has dicho”.
¡Te imaginas cómo se sintió Judas al saber que él era el traidor!
Ahora, hagamos a Dios esa misma pregunta (¿Acaso seré yo el traidor?) cuál seria su respuesta.
Sin duda alguna la respuesta sería: «Tú lo has dicho».
No sólo Judas es el único traidor de los seguidores de Jesús, muchos de nosotros hemos llevado nuevamente a la Cristo ante la Cruz; nuestros actos de infidelidad son los que nos alejan constantemente de alimentarnos del alimento real; el cuerpo y sangre de Jesús.
En este miércoles santo, reflexionemos sobre las veces que hemos traicionado la confianza de Dios a través de lo que nos ha encomendado como la familia, servicio o ministerio dentro de la Iglesia, tu trabajo, el hogar, tu matrimonio, tu empresa, tus hijos, y todo aquello en lo que te has visto involucrado.
¿Has sido fiel a la promesa que realizaste el día de tu boda?, ¿has sido negligente en tu trabajo?, ¿cuidas de la vida que Dios te ha confiado?, ¿respetas a tus prójimos?, ¿pagas justamente el trabajo de tus empleados?, ¿has guardado los secretos que te han confiado?, ¿diriges con paciencia y amor tu servicio a Dios?, ¿das testimonio ferviente en tu Iglesia?
Muchas son las circunstancias que nos pueden orillar a traicionarnos a nosotros mismos, a los demás y en especial a Dios.
Reconozcamos las ocasiones de traición a Cristo, a la Santísima Virgen María, al Espíritu Santo; pidamos al Señor nos conceda un nuevo corazón, lleno de intenciones con el fin de custodiar nuestra alma y la de los demás.
Lee la lectura del evangelio correspondiente al día, reflexiona a la luz del Espíritu Santo y escucha la voz de Dios; recuerda que Él siempre tiene algo que decirte:
Evangelio según san Mateo (Mt 26, 14-25)
En aquel tiempo, uno de los Doce, llamado Judas Iscariote, fue a ver a los sumos sacerdotes y les dijo: “¿Cuánto me dan si les entrego a Jesús?” Ellos quedaron en darle treinta monedas de plata. Y desde ese momento andaba buscando una oportunidad para entregárselo.
El primer día de la fiesta de los panes Ázimos, los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron: “¿Dónde quieres que te preparemos la cena de Pascua?” Él respondió: “Vayan a la ciudad, a casa de fulano y díganle: ‘El Maestro dice: Mi hora está ya cerca. Voy a celebrar la Pascua con mis discípulos en tu casa’ ”. Ellos hicieron lo que Jesús les había ordenado y prepararon la cena de Pascua.
Al atardecer, se sentó a la mesa con los Doce, y mientras cenaban, les dijo: “Yo les aseguro que uno de ustedes va a entregarme”. Ellos se pusieron muy tristes y comenzaron a preguntarle uno por uno: “¿Acaso soy yo, Señor?” Él respondió: “El que moja su pan en el mismo plato que yo, ése va a entregarme. Porque el Hijo del hombre va a morir, como está escrito de él; pero ¡ay de aquel por quien el Hijo del hombre va a ser entregado! Más le valiera a ese hombre no haber nacido”. Entonces preguntó Judas, el que lo iba a entregar: “¿Acaso soy yo, Maestro?” Jesús le respondió: “Tú lo has dicho”.
Palabra del Señor. Gloria a Ti, Señor Jesús.
[/fusion_text][fusion_imageframe image_id=»17386|full» max_width=»» style_type=»» blur=»» stylecolor=»» hover_type=»none» bordersize=»» bordercolor=»» borderradius=»» align=»center» lightbox=»no» gallery_id=»» lightbox_image=»» lightbox_image_id=»» alt=»» link=»» linktarget=»_self» hide_on_mobile=»small-visibility,medium-visibility,large-visibility» class=»» id=»» animation_type=»» animation_direction=»left» animation_speed=»0.3″ animation_offset=»» filter_hue=»0″ filter_saturation=»100″ filter_brightness=»100″ filter_contrast=»100″ filter_invert=»0″ filter_sepia=»0″ filter_opacity=»100″ filter_blur=»0″ filter_hue_hover=»0″ filter_saturation_hover=»100″ filter_brightness_hover=»100″ filter_contrast_hover=»100″ filter_invert_hover=»0″ filter_sepia_hover=»0″ filter_opacity_hover=»100″ filter_blur_hover=»0″]https://cieloabierto.com.mx/site/wp-content/uploads/2022/04/Captura-de-pantalla-2022-04-13-a-las-12.27.34-p.-m..png[/fusion_imageframe][/fusion_builder_column][/fusion_builder_row][/fusion_builder_container]