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¿No sabes qué hacer en estos días de Cuaresma?
¡No te preocupes, has llegado al lugar indicado!
El tiempo de Cuaresma es el pretexto perfecto para acercarnos más a Dios, tener un cambio personal y mejorar nuestras relaciones interpersonales. Para cumplir las metas que nos fijemos en estos días de conversión te compartimos 10 propuestas que fortalecerán tu fuerza de voluntad:
1- Oración, ayuno y amor: No puede hacerse ayuno sin oración, ambos son complementos perfectos para ejercitar la voluntad. El amor es la clave para recordar por qué deseamos unirnos a Dios y tener un cambio profundo. Así que ponle mucho amor a la comunicación con Dios, dedica un tiempo especial para tener tu encuentro de Amor con ÉL y entrégale todo aquello que necesitas transformar, ofrécele tu ayuno. ¡Te aseguramos que no tendrás hambre!
2- Tiempo personal de oración con Dios: ¡Día y noche! son los horarios perfectos para tener un encuentro personal con Dios. Cuéntale todo, absolutamente todo lo sucedido en tu día, cómo te fue en tu escuela/ trabajo. Jesús es tu amigo, puedes confiar plenamente en Él, permítete sentir sus brazos de protección, consuelo y Amor por ti.
3- ¡Ayuno!: No sólo de comida, sino de acciones que solemos hacer recurrentemente como: ofender al prójimo, guardar rencor, ver pornografía, odiar a los enemigos, sentir deseos de venganza, no pedir perdón ni perdonar, masturbación, golpear a tu cónyuge, y muchas situaciones que nuestras heridas nos han llevado a cometer.
4- Emprende tu disciplina: Inicialmente son 40 días en los que te esforzarás por tu conversión, si continuas viviendo de esta manera, podrás cambiar tus hábitos de vida, alcanzarás un nivel de consciencia más profundo; los frutos se verán reflejados en tus emociones, cuerpo y espíritu.
5- ¡Adiós al hombre viejo!: Dominar tu Tierra (Corazón) es un ejercicio que te ayudará a fortalecer tu carácter, controlar tus impulsos, emociones, y adquirir la virtud de la paciencia. ¡No sólo con los demás sino contigo mismo! De esta manera, dirás adiós al hombre viejo y amarás al nuevo hombre en el que te has convertido por gracia de Dios.
6- ¡Un paso a la vez!: No te exijas demasiado, cuando llegues a caer por favor cambia tu dialogo interno. El perfeccionismo no existe, todo se construye con pasos pequeños pero firmes. El día que no logres ayunar u orar, respira, deja que la emoción de tristeza sea motivante para el siguiente día.
7- Reflexiona y escucha a tu espíritu: Cuando guardamos silencio podemos escucharnos, escuchar a los demás y tener un conocimiento propio así como el de tu prójimo. Medita, guarda silencio, escucha a tu alma, sus necesidades, inquietudes, anhelos, inclusive lo negativo; así podrás aceptar quién eres y en lo que te quieres convertir con la ayuda de tu Creador; nuestro Padre Celestial.
8- Visita a Jesús en el Sagrario: Estar en la presencia real del Señor, es el perfecto y gran momento en donde todo se hace más liviano. La confianza aumenta, los problemas se hacen tan pequeños y el espíritu se llena de aliento. ¡Agenda una cita con Cristo por lo menos una vez a la semana!
9- Actos de caridad: ¡Eres un don para los demás! Tienes características con talentos únicos que puedes poner al servicio dei otro, tenderle una mano en sus necesidades, dar un consejo que impulse la vida de alguien con una gran tristeza, servirle un vaso de agua a tu próxima visita, dar limosna al necesitado, regalarle una chamarra nueva a alguna persona de la calle. Pon tu creatividad a volar para ayudar a muchas personas en esta Cuaresma.
10- Ama como Cristo: Camina por tu desierto espiritual en compañía de Cristo Jesús, quien sufrió los pecados de la humanidad. Toma tu Cruz y arriésgate a vivir una vida con propósito en Dios, toma el camino hacía el perdón y acepta los riesgos que implica seguirlo. ¡Vale la pena!
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