Santa Mónica, madre de San Agustín.

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¡Mujer de perseverancia en la oración y fe! 

El día 27 de agosto se celebra la fiesta litúrgica de Santa Mónica, una mujer que se distinguió por su perseverancia en la oración al suplicar por la conversión de su hijo Agustín quien llevaba una vida desenfrenada.

Las oraciones de la Santa conmovieron el corazón de Dios concediendo la transformación espiritual de San Agustín quien se convirtió en Obispo de Hipona. Fueron muchos días de angustia, sufrimiento y lágrimas derramadas por parte de su madre, pero no fue la fe en Dios quien la mantuvo con esperanza creyendo así en la voluntad y gran misericordia.

Santa Mónica nació en Tagaste en el año 331, en una familia con bases cristianas.

Se casó muy joven con un hombre llamado Patricio con quien tuvo varios hijos, entre ellos San Agustín; fue una madre dedicada, con grandes virtudes, consciente de su papel social, como esposa y como madre. Es considerada como una mujer exitosa en la fe, en el cuidado amoroso de sus hijos, pero también con errores que le llevaban a ser soberbia y pretender tomar el lugar de Dios en querer a toda costa decidir los tiempos de conversión de su hijo, y ocupar el lugar de Agustín en la toma de sus decisiones.

Dios la llevo por un proceso de acuerdo a lo que era lo mejor para ella y para su hijo, lentamente fue comprendiendo que su voluntad se cumple en el momento perfecto.

Esta Santa nos enseña a dejar todo en manos de Dios, nos muestra que sus planes son mejor que los nuestros, que es mejor entregarle la propia voluntad que cumplir nuestros deseos y que la firmeza en la oración es el mejor camino que podemos recorrer con su compañía para hacer más liviano el camino.

«Señor Dios Padre, así como Santa Mónica hoy te entregó mi voluntad y la uno a la tuya; te entregó los anhelos más profundos de mi corazón, mi conversión y la de mi prójimo, en Ti confío hoy, mañana y siempre». 

Te compartimos este hermoso canto de la cantante Azaneth González titulado «La luz brilla» en el cual nos deja un mensaje para aplicar en nuestra vida de oración: La luz brilla en la tinieblas, por muy difícil que sea la situación en la que te encuentras el amor de Dios es quien triunfa a cada momento. ¡Confianza plena en el Señor eternamente!

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