LA BIBLIA A TRAVÉS DE MARÍA DÍA 19

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La Madre prometida (Tema 7)

Introducción

Al comienzo del Nuevo Testamento, Mateo presenta su genealogía, lo cual nos dice mucho acerca de nuestra historia de la salvación y de María. San Mateo identifica a Jesús como el “Hijo de David”, el cual es el heredero del reino de David. Otras de las prefiguraciones importantes de María en las Sagradas Escrituras es la figura de la Reina Madre. Prefigurada por las grandes ‘Reinas-madre’ del Antiguo Testamento, María es la gran Reina Madre del Reino de Dios, la cual lleva nuestras necesidades al Rey.

Nuestra Señora de Pontmain

El pequeño pueblo de Pontmain estaba situado en un lugar vulnerable durante la guerra franco-prusiana; a pesar de su pequeño tamaño, se encontraba en medio del ejército alemán que avanzaba y la ciudad francesa de Laval. Las noticias del frente de batalla no eran alentadoras. Los alemanes encontraban muy poca resistencia en el noreste de Francia. Para fines de 1870, la mayor parte del país estaba bajo control alemán. París fue sitiada y la gente de Pontmain se sometió a la inevitable conquista.

Al igual que la mayoría de las familias que vivían en Francia en esa época, la familia Barbedette tenía muchas preocupaciones; César y Victoria tenían un hijo en el ejército y dos hijos más pequeños que vivían con ellos. Ellos sabían que los prusianos llegarían en unos días, no obstante, debían de seguir con su rutina diaria y así lo hicieron.

El 17 de enero de 1871, los dos hijos, José de diez años de edad y Eugenio de doce, estaban ayudando a su padre con el trabajo del granero; Eugenio tomó un descanso y caminó hacia la puerta para observar las primeras estrellas en el cielo por la tarde y vio algo más de lo que esperaba: ¡una mujer! Ella era hermosa, sonreía y vestía como una reina; su túnica era azul y estaba llena de estrellas, tenía una corona dorada sobre un velo negro. Su padre y su hermano salieron al poco tiempo, y Eugenio les contó lo que había visto. Su hermano pequeño también pudo ver a la mujer, pero su padre no; un vecino llegó y luego la madre de los niños, pero ninguno de los adultos podía ver a la hermosa señora.

La familia fue a buscar a la maestra de escuela del pueblo y ella llevó otros dos niños; ninguno de los adultos pudo ver la aparición, pero los niños, uno tras otro, insistieron que ellos sí podían. La muchedumbre aumentaba al llegar la noche y las personas comenzaron a rezar el rosario y cantar himnos. La aparición duró 3 horas y el contenido de la visión cambió con el tiempo, a veces en respuesta a las oraciones de la gente. Los niños vieron carteles con un simple mensaje: “Recen, hijos míos. Dios les responderá pronto. Mi Hijo se permite conmoverse”. Debido a este mensaje, las personas comenzaron a llamar a la aparición e Pontmain “Nuestra Señora de la Esperanza”. Dios reivindicó la esperanza de la gente de Pointmain: el ejército prusiano de repente detuvo su avance y la guerra pronto terminó.

Eventualmente, los cuatro niños que habían visto a la Virgen María en Pontmain entraron al servicio de la Iglesia. Los dos hermanos Barbedette se hicieron sacerdotes y una de las niñas entró al convento; la otra niña fue una devota ama de llaves en la parroquia bajo el cargo del padre Eugenio. La aparición no es más ni es menos que un mensaje del Evangelio de Jesucristo: «Les aseguro que, si ustedes no cambian o no se hacen como niños, no entrarán en el Reino de los Cielos» Mt. 18, 3 Lo que los adultos no pudieron ver en el cielo esa noche en Francia, era muy claro para los niños que miraban hacia el cielo.

Nos hemos convertido los hijos de Dios en el bautismo: somos hijos del Padre Eterno, hermanas y hermanos de Jesucristo. Jesús mira a cada uno de sus queridos discípulos, como lo hizo desde la cruz en el calvario y nos dice a cada uno de nosotros: “Aquí está tu madre” y luego le dice a su madre: “Aquí está tu hijo” (cfr. Jn. 19, 27). El mensaje que los niños de Pontmain recibieron esa noche era un mensaje de esperanza.

Una Reina en el cielo

«Y apareció en el cielo un gran signo: una Mujer revestida del sol, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas en su cabeza. La Mujer tuvo un hijo varón que debía regir a todas las naciones con un cetro de hierro. Pero el hijo fue elevado hasta Dios y hasta su trono» Ap. 12, 1.5 Estas palabras del Apocalipsis describen una visión del apóstol Juan, la cual está relacionada con María como Arca de la Nueva Alianza y también parece describir a Jesucristo como el rey recién nacido, destinado a gobernar en un trono. El pasaje describe a la mujer que le dio vida como una reina, coronada de estrellas y vestida de gloria.

La madre del Rey

Los autores del Nuevo Testamento, incluyendo a Juan ene l Libro del Apocalipsis, se basan en imágenes y personas del Antiguo Testamento para mostrarnos quién es María, la madre de Jesucristo y quién es Él.

1.La maternidad de María fue prefigurada por la maternidad milagrosa de mujeres como Sara, Raquel y Ana.
2.María es la nueva Eva, madre de todos los que viven en Cristo.
3.María es el Arca de la Nueva Alianza, pues llevó en sus entrañas a Dios en carne viva.

La visión de Juan de esta mujer vestida del sol también ilumina otra importante figura de María: ¡la imagen de María como reina! Igual que las otras prefiguraciones sobre ella, los redactores del Nuevo Testamento la usan para contarnos una verdad sobre María y sobre Jesús. La imagen de María como reina tiene relación con el título de María como “Madre de Dios”.

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