La noche del concierto en la Arena Ciudad de México, fue una noche que esperaba y ansiaba. Visito frecuentemente a Jesús Sacramentado los jueves, y después de un tiempo de sequía espiritual de mi parte, decidí acercarme más a Él. Vivía en un catolicismo un poco conforme a lo que yo quería y no lo que DIOS deseaba.
Me enteré del concierto a través de Facebook e invité a mi pequeña comunidad para que participáramos de este magno evento y aunque al principio todo parecía que no podríamos estar ahí, porque no pudimos comunicarnos vía telefónica y no teníamos pre-boletos, pero me dejaron un mensaje en Face que decía que fuéramos con fe y pues nos lanzamos a la aventura, y con mucha fe e incertidumbre, debo de admitirlo, ya que yo era el “mitotero” que había armado esto y no quería decepcionar a mis hermanos de comunidad.
Entonces primero visitamos la Villita, y luego nos lanzamos a esta aventura y ¡oh Dios!, nos tenía reservado una bella sorpresa, los boletos nos los dieron enseguida, nos tocó al frente del escenario, y yo seguía diciéndome cuán bueno es el Señor conmigo.
Hasta aquí es parte del testimonio, pero lo más fuerte y que me hace darle las gracias a Dios y alabarlo constantemente es que yo tenía cerca de 10 años de no confesarme… y por consecuencia no comulgar, pero llegué a creer que era tan pecador y que volvería a caer en lo mismo y no quería que DIOS pensara que estaba jugando con Él, olvidé que la misericordia de DIOS es infinita y que sólo Él podía ayudarme en este proceso. Entonces el día del evento todo el ambiente, los testimonios de cada uno, me hicieron eco en mi mente: “Confía en Mí”, eran sus palabras, y ya cuando estuvo su magnífica presencia, me dijo «te amo».
Así que en medio de esas más de 18,000 almas nació el deseo de acercarme al sacramento de la reconciliación y aún con dudas y entre que sí y entre que no, cumplí esa parte y me confesé, y mañana será un gran día porque volveré a comulgarlo. Seré uno sólo con aquel por quien se vive. Doy gracias infinitas a Dios por haberme puesto ahí, en ese asiento y le pido que les siga bendiciendo en su ministerio, para que sigan llegando a más personas y tengan estos reencuentros como el que yo tuve con Él. Dios los bendiga en abundancia. Gloria a Dios en los cielos y en la tierra.
Con cariño y afecto su hermano en Cristo Jesús Alex Gallardo para mis hermanos de Cielo Abierto