Buenas tardes Hermanos de Cielo Abierto, Antes que nada, agradecemos a Dios por su Apostolado, por su labor como adoradores de fuego, por acercarnos a Dios por medio de la alabanza y adoración, gracias por abrir este espacio para compartir las grandes bendiciones que el Señor ha hecho en nuestra familia, porque para Gloria de Dios fue una conversión de toda nuestra familia, muchas gracias.
Nuestro proceso de conversión inicio el día 16 de marzo del 2013, ese día; domingo día del Señor llegamos por invitación de una familia amiga a una comunidad de Nueva Alianza, se llama Manantiales en el Desierto, en cuanto llegamos los seis que integramos nuestra familia sentimos el abrazo de Jesús, de inmediato nos postramos y sentimos en nuestro corazón que el Señor nos llevó l lugar indicado y nos recibió con los brazos abiertos, desde ese domingo no nos soltamos de su mano.
Cabe mencionar que para nuestros hijos fue muy difícil este acercamiento porque como padres no les habíamos enseñado NADA acerca de Dios, en esos tiempos mi esposa había tomado enseñanza con protestantes, nuestra hija mayor Jacky estaba iniciando un proceso difícil de divorcio, nuestro hijo Paco de 17 años; declarado completamente ateo, en desobediencia y rebeldía, nuestro hijo menor Alan Daniel (seminarista) de 15 años declarado ateo, en la desobediencia total e iniciándose con amigos en alcohol, droga y tristemente en satanismo.
Yo alejado completamente de Dios, trabajando, alcohol y buscando solo el bienestar económico, llegando a decir incluso que «mi dios era el dinero», una familia TOTALMENTE alejada de Dios y de la enseñanza de la Iglesia Católica, sin embargo, ese domingo 16 de marzo de 2103, Jesús nos llamó y nosotros sin saberlo conscientemente dijimos SÍ y como padres nos comprometimos, nos volcamos al Señor porque en nuestro corazón comprendimos cuánto lo necesitamos y lo lejos que estábamos.
A partir de ese domingo mi esposa y yo empezamos a unirnos a grupos de oración, de Rosario, tomar enseñanza, asistir a conciertos, ver películas de vida de santos, leer nuestra Biblia, cada domingo y cada que había oportunidad consagrábamos a nuestros hijos y nieto al Padre y a la Virgen María, ese mismo año para Gloria de Dios; en noviembre mi esposa y yo nos casamos por la Iglesia después de 20 años de vivir en lo civil, ese mismo día yo hice mi primera comunión, en diciembre de ese mismo año nuestros hijos hicieron su primera comunión, ahí empezó la verdadera conversión de nuestros hijos.
Vamos a lo importante; Alan Daniel y su proceso para llegar a lo que es hoy; seminarista!, nos vimos en la necesidad de sacarlos de la escuela porque ya estaban en una desobediencia total, ambos jóvenes se quedaron sin estudiar, sabemos que todo es plan de Dios y que el así lo quiso, así lo puso en nuestro corazón, alejarlos del mundo por un tiempo, Daniel por medio del Internet empezó a ingresar a páginas satánicas, como les gustaba el metal, en todas sus denominaciones, fue adentrándose y obviamente su comportamiento cambio, gracias a la oración (cada miércoles asistíamos mi esposa y yo a Misa y Hora Santa por los hijos) logramos que el Señor y María Santísima los vieran y tocaran sus corazones, Daniel empezó a dejar el «rock» y comenzó a tocar y cantarle a Dios, en Rosarios, oraciones y en casa, dejamos de frecuentar a las viejas amistades y buscamos compañía cercana a Dios, parte de ello fueron los concierto de Cielo Abierto!, nunca nos imaginamos que existiera algo tan hermoso, nunca habíamos estado en un lugar donde todos unidos hicieran Rosario, fue hermoso vivirlo, sentirlo y saber que somos muchos los que nos gozamos en el Señor. Ese día del concierto en el Auditorio; el 7 de sep del 2014, en la cual pidieron a los jóvenes que se acercaran al escenario al final del concierto; nuestros tres hijos lo hicieron, comentaron que fue una experiencia increíble, una gran emoción, vivieron la cercanía del Espíritu Santo en carne propia, en ese concierto Daniel levantó sus manos (de ahí la imagen) y dijo «aquí estoy Jesús», el mismo nos platicó la sensación que vivió, estaba muy emocionado, le dijimos que había sido su encuentro personal con Jesús!, a partir de ese encuentro con Dios, empezó a acercarse mucho más a la Iglesia, hubo la oportunidad que en la parroquia donde vivimos necesitaran un sacristán y él se acercó para prestar ese servicio a Dios- Fue parte fundamental también este servicio porque estando ya en el altar cerca de la consagración, donde ocurre el gran milagro fue donde decidió ingresar al seminario.
El párroco fue parte importante de que Daniel tomara esa decisión, cuánto bien hace estar cerca de los sacerdotes. En septiembre de 2015 cambiaron al sacerdote a otra parroquia, al siguiente día Daniel ingresó al seminario.
Definitivamente hay mucho más por compartir, pero tal vez lo aburriríamos, jejeje, quise compartir un poco lo que Dios ha hecho con nosotros como familia, porque el proceso de conversión fue en TODA LA FAMILIA!, esto es muy difícil, regularmente no sucede así y damos gracias a Dios!, sabemos que es un proceso de conversión porque ésta es a cada momento a cada instante, siempre hay que estar alertas y en Gracia de Dios.
El ingreso de Daniel al seminario es una gran bendición, no sabemos si será sacerdote, solo Dios lo sabe, pero de lo que sí estamos seguros es que los planes de Dios son prefectos.
También sabemos que hay mucha gente orando por nuestros VALIENTES seminaristas, que no están solos en este caminar y que ahora también contamos con sus oraciones.
Y pues bueno, hoy en día, Daniel es Seminarista, Paco es sacristán en la parroquia donde vivimos; misma donde Daniel recibió el llamado, Dios quiera también lo llame el Señor. Jacky vive en paz con su hijo y en compañía de Jesús y María Santísima. Mi esposa y yo somos Ministros de Comunión Extraordinaria, ayudamos un poco en la Hora Santa de los Jueves Eucarísticos, compartimos lo poco que sabemos en una clase de Biblia y cada domingo asistimos a nuestra comunidad de Alabanza y Adoración a entrar en contacto con el Señor, a escuchar y aprender de su palabra, para Gloria de Dios.
Anexo algunas imágenes que tal vez puedan contribuir con su publicación, siéntanse libres de compartir lo que ustedes consideren importante por favor.
En nombre de mi familia y mío les damos las gracias, Dios los bendiga y María Santísima los lleve siempre de su mano a su amadísimo hijo Jesús. ¡Amen!
Quedamos a sus órdenes,
Familia González Hernández.